JUAN DUNS COTO

Datos biográficos:

(1266 – 1308) Teólogo y filósofo escocés nacido en Duns, Lothian. Creador de la escuela escolástica llamada escotismo.  Duns Escoto considerado un realista de la filosofía se inscribió a la orden franciscana y estudio en universidades de Oxford y Paris; en  donde también dicto clases sobre las Sentencias, el manual teológico italiano Pedro Lombardo. Luego de un breve exilio regresa a Paris donde enseño hasta 1307.

Obras escritas:

·        Dos colecciones de comentarios sobre las Sentencias y los tratados Cuestiones quodlibetic.

·              Cuestiones sobre metafísica, y sobre el principio primero.

Conceptos:

Duns Escoto analizo los conceptos de:

·       Casualidad y posibilidad en un intento de establecer una prueba rigurosa de la existencia de Dios. El ser primero e infinito.

Sin embargo declaraba que “para conocer la verdad en toda su amplitud y cumplir con el propio destino no debe limitarse a hacer uso de la intuiciones derivadas del conocimiento natural o la filosofía, sino también intentar conocer la revelación divina. La revelación complementa y perfecciona el conocimiento natural y, en consecuencia, no puede haber contradicción entre ellos.

·       La teología y la filosofía al intentar relacionarlas como  disciplinas distintas y separadas, sin embargo, se complementarían, ya que la teología recurre a la filosofía como una herramienta.

Para Duns Escoto el interés primordial de la teología es Dios, considerado desde el punto de Su propia naturaleza; mientras que la filosofía solo apela a Dios en la medida en la que es la causa primera de las cosas.

·       Los sentidos ya que Duns Escoto mantenía una comprensión directa, intuitiva, de las cosas concretas se obtiene tanto a través del intelecto como de los sentidos.

·       Los actos de Dios. Duns Escoto evitaba una visión arbitraria o voluntarista de los actos de Dios, aunque advertía al mismo tiempo que la existencia actual de las cosas depende de una decisión libre tomada por Dios, y sostenía que las obligaciones morales dependen de la voluntad de Dios.  “Dios ordena una acción no porque la vea que es buena, sino que la hace buena ordenarla”.